Surgirán por doquiera maestros de falsedades para apartaros del camino angosto y
de la puerta estrecha. Guardaos de ellos; aunque estén ocultos en ropajes de
ovejas, por dentro son lobos feroces.
Guardaos de los falsos profetas: Se los ha de juzgar por la Palabra de Dios. "¡A la ley y al testimonio! Qué mensaje traen estos maestros? ¿Nos hace venerar y temer a Dios? ¿Nos hace manifestar amor, hacia él mediante la lealtad a sus mandamientos?
Guardaos de los falsos profetas: Se los ha de juzgar por la Palabra de Dios. "¡A la ley y al testimonio! Qué mensaje traen estos maestros? ¿Nos hace venerar y temer a Dios? ¿Nos hace manifestar amor, hacia él mediante la lealtad a sus mandamientos?
Por sus frutos los conoceréis: Cuando la doctrina que aceptamos destruye el pecado
en el corazón, limpia el alma de contaminación y produce frutos de santidad,
entonces podemos saber que es la verdad de Dios. Cuando en nuestra vida se
manifiesta benevolencia, bondad, ternura y simpatía; cuando el gozo de realizar
el bien anida en nuestro corazón; cuando ensalzamos a Cristo, y no al yo,
entonces podemos saber que nuestra fe es correcta.
No todo el que dice Señor, Señor entrará
en el reino de los cielos: No todos los
que profesan su nombre y llevan su insignia pertenecen a Cristo. Una creencia
que no lleva a la obediencia, es presunción. La obediencia es la prueba del
discipulado. La fe en Cristo que salva al alma no es la que muchos enseñan.
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